Mucho tenemos

Blanqueas
con besos que lucen.

Nos hemos empeñado
en ubicarnos donde queremos.

Ya estamos más que listos.
Preguntamos
y nos exponemos
a la pasión,
que nos anima.

Hemos diseñado
lo perfecto con un amor ideal.
Nos damos mucho,
y mucho tenemos.

Juan T.

Responsabilidad

No hay nada que tenga más valor que la vida: hablo de la existencia de la Naturaleza, que, obviamente, incluye al ser humano, como referencia de todo lo creado. No aludo, no quiero al menos, a un sentido dogmático o religioso. Gloso la relevancia de estar, de poder, de intentar, de seguir, de compartir, de ser feliz.

Cuando uno ve los lamentos de otros, de compañeros nuestros de viaje, que son heridos, maltratados, fastidiados, rotos, dejados en soledad, muertos incluso, discriminados..., cuando los observamos desde las pantallas de nuestro televisor, e incluso a veces por los laterales de nuestras historias, no terminamos de comprender qué es lo que pasa. Todos somos iguales en el Ecosistema, ¡pero hay tantos y tantos que son relegados en función de su condición, de sus circunstancias, de su suerte... mala!

Nada de cuanto sucede, se suele decir, no es ajeno. Todo repercute alrededor, en nuestras estancias o en otras próximas, procurando o evitando, cada evento, que acontezca lo que define fundamentos y accesorios que complementan y contextualizan lo que es y/o lo que será.

En ocasiones parece como si las vidas fueran paralelas, sin explicaciones, sin conexiones entre sí. Nos equivocamos con tal percepción, como la Paloma, confundida por gritos y desesperanzas, por ruindades y anhelos que nos debilitan y fracturan haciendo que el sistema, en verdad, no resulte.

Es como si no supiéramos, como si no quisiéramos aprender, que sólo juntos hay futuro, que únicamente en la unión se encuentran valores y fuerza. No detectamos que las esencias están en dejar ejemplos y no economía en exclusiva. Es comprobable que el dinero mueve la investigación, la educación, la generación de más riqueza, los avances, pero, al tiempo, debe tenerse en cuenta que el fin primordial es el ser humano y el conjunto de un Planeta que nos viene prestado durante el corto itinerario en el que estamos en él.

La medida de todo es la persona y los seres que cohabitan con nosotros. No hay nada que justifique el dolor y la multitud torpezas que nos envuelven con sábanas oscuras. El porqué y el para qué hacemos ciertas actividades han de ser las cuestionadas premisas de los deberes cotidianos. No siempre dedicamos unos minutos a ello, esto es,  a analizar lo que realizamos

Se desarrolla mucho, bueno y malo, bello y opaco, con premura y sin ella, básico y prescindible. Hemos de perseguir ese maravilloso equilibrio que siempre consiga decantarse por la vida y lo óptimo, por el triunfo del bien. Aunque los avances sean cortos y lentos se han de gestar y llevar a cabo. El salario cosechado es la felicidad.

Por un mundo mejor

Frente a la cara de los atropellos que divisamos cada día, prefiramos hallar, en las mismas situaciones, a los auténticos héroes, la mayoría anónimos, que luchan por un mundo mejor, más leal. Sin ellos nada tendría una interpretación aceptable. ¿De qué nos sirve todo el oro del mundo, toda la sabiduría acaparada, si no nos empleamos con un sentimiento de caridad hacia los últimos? No todo se puede comprar ni pagar, y es bueno que sea de esta guisa.

Por ende, a modo de corolario, y sin ánimo de acotar desde un cierto sesgo los acontecimientos, resalto lo que recientemente escribí:

“¡¡¡Dios (como quiera que lo concibamos, pero siempre como símbolo de Paz y de Amor) bendiga a los que cada día se juegan la vida por salvar a quienes vienen a Europa (o a otras partes de la Tierra) en busca de un mundo mejor!!! De ellos es el Reino de la bendita Locura de estar aquí. No tiene, la existencia, más sentido que el prójimo”. Son un ejemplo, pero hay miles, por fortuna, como estrellas en el firmamento.

El que piense otra cosa que sepa que no está en el partido, y, aunque lo gane, más pronto que tarde lo perderá, y con él nos arrastrará a los demás. ¡Fíjense que responsabilidad!


Juan Tomás Frutos.

De nuestro lado

Tenemos suerte
de dar con este día
en el que jugamos
a vivir.

Los dos conocemos
las reglas,
pero hemos decidido suavizarlas
para ser felices
sin hacer daño a nadie.

Nos hemos incluido
en la rueda que nos lleva
a la costa de la tranquilidad.

Nos preguntamos mucho.
Damos respuestas ciertas
regalando promesas útiles
que ya comenzamos a hacer realidad.

Confiamos.
La suerte está de nuestro lado.

Juan T.

Imaginación

Imaginamos el amor.
Nos besamos.
Nos salvamos.
Volvemos a imaginarnos.
Volvemos a ser,
Nos rodeamos de abrazos
que nos sanan otra vez.

Juan T.

Por el camino ideal

Nos miramos
y advertimos que hay amor.
Algo quedó atrás,
y nos parece bien.

Nos declaramos en rebeldía
frente a la desazón
que nos interrumpe
para aproximarnos
al mejor beso,
que nos damos.

Nos contemplamos
sin acelerar nada,
y somos en ese final
que nos desgrana
los porcentajes singulares
que nos salvan.

Vamos por el camino ideal.

Juan T.

No vivamos diferencias extrañas

Nos entregaremos a la felicidad que nos previene con sus toques maestros que nos han de alegrar con razones que nos dictarán todo lo mejor.

Hemos de llegar donde las emociones son ciertas. Nos iremos preparando lo deseable con intenciones que serán llamadas de atención en torno a lo bueno.

Sumemos. Los encantamientos de otras etapas nos han de dar los nombres ideales. Consumamos. Hemos de pedir lo más bello.

Supongamos con cargas de potencia y de amistad que nos han de conducir por donde los ritmos tienen sentido. Imaginemos y podamos.

Las destrezas de otras etapas nos han de transportar donde las imágenes mostraron lo más lindo. No vivamos diferencias extrañas. Seamos responsables.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Superar rutinas

Nos recordaremos con las adoraciones pertinentes. Nos hemos de inmiscuir en las verdades que nos quitan distancias.

Sepamos por dónde nos podemos mover para dar con los toques maestros. Nos hemos de elegir como parte de una intención que nos dore con recuerdos primeros. No hemos resuelto las dudas.

Las diversiones nos conducen desde siempre por liderazgos de procesos claros que nos rodean con ganancias diáfanas. Nos hemos de dirigir donde los estadios son mejores.

Nos hemos de presentir con refuerzos. Nos otorgaremos informaciones de gustos singulares con los que trazaremos las devociones de otras etapas.

Seamos en los estrenos de la felicidad, que nos ha de complacer de principio a fin, en el día a día, superando las rutinas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

El mejor estado

Comencemos la faena, tras cada amanecer, sin imitaciones, siendo nosotros mismos, en un juego que nos aclare los verdaderos conceptos con los que crecimos y queremos continuar, que tienen mucho que ver con la globalidad del amor, que todo lo puede. Recordar esto es muy importante. Los planteamientos de partida han de ser sólidos.

Imaginemos unos sueños de concordia que se cumplan. Estemos en la línea de antaño. Nos regalaremos caramelos en forma de sentimientos que multiplicaremos con querencias absolutas. Seamos con lustre. El brillo supone tiempo, y, a menudo, un cierto sacrificio, para su obtención.

Es el día, y cada vez hay más jornadas de este tipo, pero, ante todo, seamos nosotros los que interpretemos lo que ocurre. Subrayemos lo que valemos con posición de ventaja: ésa es la actitud. El optimismo nos envuelve de hermosura. Lo maravilloso, siempre ahí, debe ser captado.

Contemplemos con lucidez. Tenemos alrededor al mejor plantel de amigos, y eso es siempre de agradecer. Nos sonreiremos con toda la empatía posible y continuaremos por veredas y por recodos que nos muestren qué efectuar en cada etapa. Tenemos mucha suerte. Investiguemos en las opciones, en los enseres, en todo cuanto nos salpica, para corroborar los tesoros que albergamos.

La belleza de los geniales estadios, variopintos ellos, se traduce en ansias de existir, de progresar. Hablemos de lo que sucede: lo ideal es cuando ocurre algo magnífico y lo sabemos valorar, cuando estamos en paz con la naturaleza, que nos brinda lo más sencillo. Hay mucho que ponderar. Seamos sensatos.

Reinventarnos

Los fines, cuando son buenos, fáciles de ejecutar, nos implican en esos procesos que nos regalan la subjetiva objetividad de ser para dar a continuación con esas llaves que abren el tiempo y el espacio para no perder lo más preciado, que es aprovechar los diversos derroteros, es decir, la propia historia. Los conceptos nos han de reinventar en la universalidad del respeto, de la admiración, del cariño. Con ellos podemos emprender el periplo más peculiar y fantástico.

Nos hemos de convertir en lo mejor de cuanto experimentamos, siendo devotos de la belleza; y, en esa representación de contento, nos otearemos como ingentes aspiraciones sin réplicas o similitudes inútiles o instrumentalizadas, desde el interior, con fundamentos, y, con toda la armonía posible, como acontece en el anticipo de hoy. Jugaremos a estar bien, a experimentar el mejor estado. Los resultados ya parecen apetecibles. ¿Gustan?


Juan TOMÁS FRUTOS. 

El sentido de los destellos

Nos fomentamos con razones variadas que nos proponen seguir hasta el cielo, que nos aplica los mejores remedios.

Vamos a inmiscuirnos de serenidades con voluntades que son en las decisiones más reales. Nos consentimos con aplicaciones variadas.

Hemos adecuado todo con versiones que están donde tocan, donde deben, con reformas que nos aclamarán con destinos seculares.

Hemos de definir lo que desarrollamos con resistencias que se hallan donde los motivos tienen algo que señalar. Nos conmovemos.

Hemos de inclinarnos hacia el lado que nos previene con sus toques maestros, que son y que pueden ser donde los destellos tienen sentido.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos consentiremos

Ama
con razones
que son en la noche
y en esa vida
que nos transforma.
Ama sin requisitos
que corten
y continúa el camino
de la paz,
el único que nos merece.

Hemos llorado
para ser,
y ahora somos en la alegría.
Tenemos suerte:
sonreiremos a la fortuna.

Nos quedamos
en ese instante ideal
que permanecerá en el corazón
alado y con genio.

Nos comentaremos
donde toque,
con roces apasionados,
con grados de sentimientos profundos.

Las ideas surten efecto.
Nos consentiremos.

Juan T.

Pide

Pide tiempo,
que te lo daré
en forma de libertad
y de opciones
para compartir
ese futuro
con el que soñamos,
y que ahora se hace realidad.

Pide tiempo,
que no nos faltará.
Pide, y verás.

Juan T.

No nos retenemos

Nos preparamos para ir lejos. Nos quedamos donde somos. Podemos mejorar. La vida sigue. Nos recorremos.

Hemos hallado motivos. Nos damos momentos claros. Nos esperamos. Hemos dado con una subida nueva. Nos pediremos.

Nos inclinamos otra vez. Nos tomaremos con suavidad. Nos hemos generalizado. Hemos pensado. Nos seremos. La continuación sana.

Nos importamos. Hemos marcado. Sorprendemos. Hemos aterrizado. La presunción nos hace estar donde nos queremos más.

Nos consultamos, y estamos donde podemos avanzar. Nos ponemos a curiosear, y damos con lo ideal. Ya es el instante que soñamos. No nos retenemos. 


Juan TOMÁS FRUTOS. 

No paremos

Nos implicamos en los conceptos que nos hacen felices día tras día. Nos involucramos en los procesos que nos llevan a vivir en la parte más singular de un proceso útil. Nos maravillamos. Hemos sido.

Nos comentaremos los procesos más hermosos con unas relatividades que nos han de dar compromisos no vacíos.

Nos iremos donde la existencia tiene consultas que compartir. Nos haremos caso. Los elementos nos harán puros.

Las elucubraciones de etapas preliminares nos conducirán hasta la felicidad que nos pertenece por derecho. Supongamos y seamos una y otra vez.

Nos adivinaremos con recuerdos de siempre, con los de antaño, con las fórmulas que nos convertirán en mágicos. No paremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Saber vivir

Saber es vivir.
Todo va deprisa,
y por eso debe ser aprovechado
a vista de pájaro,
a ras del suelo,
con medidas, sin grandes tropiezos,
sin hacer daño,
ofreciendo, siendo uno mismo,
queriendo, siguiendo
los pasos de los grandes maestros,
velando por los sueños,
que se han de cumplir.

Conocer es parte
del proceso de la vida,
que nos trae ocasiones
y fronteras sin disimulo.
Las hemos de superar.

Intentemos sacar partido
de cada minuto, de cada segundo,
sin alzar grandes espumas,
configurando anhelos
que sean cómplices,
sin fastidios ni sacrificios inútiles.

Vive y sé tú,
y procura dejar
un poco más que hallaste.
Eso es saber.

Juan T.

Complejidad menor

Comandemos la vida desde la toma de decisiones autóctonas. No malgastemos los tiempos de antaño sin hacer de nosotros la felicidad anhelada.

Nos hemos de convocar para ser felices, para dar con los elementos maestros que nos sostengan. Hemos de adivinar más.

Lo que fue mejor nos ha de conducir por aspectos llamativos que nos deben organizar desde la credibilidad.

No podemos quedar en influencias singularmente medias. Los intereses nos han de conducir por verdades de entereza bella.

Nos tomaremos el mundo en serio, y, a la vez, en broma. Iremos donde sea menester. La complejidad hoy es menor.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Colmada

Pide amor,
y amor te daré.

Regálame sentido,
y sentimientos te devolveré
multiplicados por las estrellas
de un cielo
que nos pertenecerá.

Reclama instantes
de felicidad,
y te repartiré toda la mía,
que sé que lo que se entrega
se recibe con creces.

Pide, y recibirás.
Te verás colmada,
y yo contigo.

Juan T.

Toda la vida

Te creeré toda la vida. Después ya veremos.

Juan T.

Comprensión y entrega

Te comprendo perfectamente
en esta locura
que me aconseja desatarme
con tonalidades gratas.

Nos insistimos
con las calmas
que nos consienten
con volúmenes
de amores eternos.

Nos gustamos
y nos apaciguamos
con resortes de querencias hondas,
densas, que tocan
lo que somos,
que nos invitan a soñar.

Nos entendemos
y somos en la trayectoria
que nos prefiere.

Hemos rozado ese fondo
que nos alimenta
con dones especiales
que tratan
de complacer y de llegar
donde nos hace falta.

Supongamos
que podemos mucho
y entendamos
que hemos de ser dichosos
en una entrega absoluta, total.

Juan T.

Felicidad

Miremos
el amor con más amor,
y sepamos
que no conviene sellar
lo que somos
con recuerdos de astucia.

Nos hemos de declarar puros
con sentimientos
de serenas caricias
que nos han de conducir
por remiendos singulares.

Sepamos los motivos
con sellos singulares.
Nos hemos de agradecer mucho,
todo, cuanto venga,
sin urgencias,
y nos señalaremos
varias intenciones con deseos
que convertiremos
en felicidad.
Es.

Juan T.

Milagros en hechos sencillos

Pedimos a menudo milagros sin involucrarnos en ellos. Lo primero, no lo olvidemos, es creer, y a continuación hemos de contribuir a su expresión y fijación con actuaciones que permitan que lo que deseamos fragüe. La angustia o el deseo con manos caídas no ayudan a que suceda lo aguardado. La acción es básica.

Reclamamos constantemente que los acontecimientos sean de contento sin mirarnos al espejo para ver si esbozamos, nosotros también, unas sonrisas con las que acompañar a propios y extraños, y, ante todo, a los mismos espíritus en los que decimos confiar.

El amor que demandamos comienza por uno mismo: eso supone, sin rodeos, esfuerzo, aunque no lo digamos en todo momento. Los planteamientos son como son. Para no repetir las historias hemos de mudar las imposturas que entre todos nos regalamos. Transformemos el contexto.

Vivir aniversarios de derrota no es un hábito óptimo. Seamos razonables, fundamentalmente con las vidas más importantes, las nuestras y las de los seres queridos. La búsqueda de la felicidad es un anhelo objetivo-subjetivo que hemos de ponderar.

Los consuelos nos vienen más, y así hemos de resaltarlo, de la circunstancia constatable de, al menos, procurarnos ciertas metas, si bien no han de conseguirse, de manera exclusiva, para que estemos a gusto. Movernos sólo por fines implica una cierta zozobra, pues acabamos justificando lo cotidiano en función de triunfos, que no siempre son factibles. Lo relevante es intentarlo. No estamos obligados a más, si acaso a persistir.

Tratemos de vivir en lo palpable, en lo que nos roza y nos brinda oportunidades de distinguir lo que nos conviene y lo que no. Respetemos los valores y seamos consecuentes con los compromisos por los que hemos pugnar cotidianamente. Nos hemos de inspirar en los buenos ejemplos, que existen, que nos conmueven, que nos insisten con relaciones de amor.

No hay vida mejor que la sencilla, aquella que nos traslada por universos de sueños que, por útiles y cercanos, se pueden cumplir. La correspondencia para que se efectúen conlleva agrado e implementación en la búsqueda de la razón de nuestra dimensión. No expongamos al vacío cuanto somos.

El universo en el que creemos

Hemos de intentar avances que nos arreglen el cosmos en el que confiamos, que se desarrollará con nosotros, en la complacencia finita. Los progresos han de tener en cuenta, con firmeza, el bienestar común. No sirven esas carreras que no conducen a parte alguna, y que, cuando lo hacen, nos dejan más solos que nunca. Los éxitos, aunque sean anónimos, han de ser mancomunados.

La existencia, como sabemos, se explica y hasta se justifica en los hechos más sencillos. Por eso los hemos de percibir de una manera especial: debemos mimarnos con ansia, con delicadeza igualmente, sabiendo que son, esas costumbres, cimientos de porvenir. Es bueno, para que tengan valor, que los llevemos a cabo con otros eventos similares y con personas que nos quieran y a las que demostremos, constantemente, nuestra devoción. Eso, cuando se mantiene meses y años, sí que es un milagro, de los genuinos, claro.

Juan TOMÁS FRUTOS

Algo entenderemos

Nos hemos de dar estrategias con las que comunicar hacia un mar de sensaciones con las que unirnos a los deseos mayores.

Sepamos las motivaciones con las que irnos a un mar de intenciones que irán desgranando todo lo que experimentamos. Hemos sido. Los volúmenes seguirán.

Nos agotamos en los anhelos que nos hacen continuar sin ofertas ni sufrimientos inútiles. Hagamos caso al destino.

Nos hemos de postular con las fragancias más sabrosas. Hagamos acopio de frutos, que compartiremos al final del viaje.

Nos dedicaremos a entendernos con brumas y fines de creencias en uno mismo. Digamos, y seguro que algo entenderemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Ser nosotros mismos

Nos despertamos con recuerdos que son en el interior más hermoso. Nos hemos de preparar para estar donde la vida tiene sentido.


Nos coleccionamos con reformas que están donde deben. Hemos de compartir la pasión por la vida, que es todo, que es emocionante.

Nos hemos de entregar a las actividades mejores con rescates y reformas que nos fortalezcan. Es preciso intensificar el interior más leal.

Nos atreveremos con dedicaciones y corajes mayores. Nos daremos un presente más. La existencia se volverá plena.

Las ocasiones son aprovechadas. Hemos de intentar ser nosotros mismos. Nos vamos a maravillar con lo que quede.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Sé feliz

Tómate un respiro
y sé tú misma.
Goza
en plenitud,
buscando las claves
de una vida
que es tuya
y que te pertenece
sin vacilaciones.

Toma parte de esas fuerzas
que dices tener
y consume tu mejor fortuna:
los días que corren.

Cuídate y apuesta
por esta jornada
que, irrepetible,
te ofrece un don especial.

El tiempo va pasando.
Juega y cuida por igual.
La evolución
te irá contando.
Ve poco a poco,
respirando con calma.

Eres franca,
y te lo demostrarás
en cada actividad
que hagas con el corazón.

La dicha es para ti:
la conseguirás
a través de buenos momentos,
que has de fermentar
con ideas y excelentes cultivos
en actos eternos.

Eres única.
Lo sé y lo sabes.
No te abandones.
Sé feliz:
ante todo sé feliz.

Juan T.

Ahora mismo

Beso el cielo
cada vez que te veo,
y surjo otra vez
en un océano de sensaciones
que mueven el mundo
para ti.

Beso el deseo
y nos vemos en una presencia especial.
Ganamos en devoción.
Nos guardamos
para ese siempre
que es ahora mismo.

Juan T.

Los dos

Nos rodearemos
de mucho amor.
Nos comentaremos
qué somos.

Podremos regalarnos paciencia
y más que deseos
por y para la paz que negocia
con brisas de cariño.

Nos tendremos en lugares nuevos
que nos aclararán
lo que nos parece con sentido.

Hemos de darnos
esa emoción que nos define
hacia dónde marchar con besos,
que no han de faltar.

Imaginemos las presencias
más hermosas y queridas,
y ahí estaremos los dos.

Juan T.

Paramos a cada momento

Nos presentimos.
Hemos dado pistas
para dar
con los tonos maestros
que nos aclaman
con resortes de puro poder.
El cariño gana,
para fortuna nuestra.

Nos asomamos
a los planes de antaño
y nos amoldamos
a los tesoros
en los que viviremos en paz.

Nos querremos varias veces,
y seguiremos por tonos
de intereses jurados.
Nos intuimos en cualquier esquina,
y a cada momento paramos.

Juan T.


Donde es menester

Nos autorizamos a vivir en una paz que nos supera. Nos pertenecemos con resortes que incluyen el todo en el alimento mayúsculo.


Somos en el trayecto que nos propone continuar por sendas de caricias que serán en la diversión misma. Hemos de añadir los planos que son anhelos con los que convertir la existencia en una dimensión mayor.

Simpaticemos con las norias que nos aclaran cuanto podremos realizar. Hemos decidido volver. Podremos darnos mucho.

Vamos a situarnos donde es menester. Consolidemos los fines. No quedemos en la negociación vacía. Hemos de saber los porqués.

Nos aclararemos en cuanto pueda ser. Nos presentiremos con razones singulares. Pongamos lo que debemos, donde debemos.

Juan TOMÁS FRUTOS. 

Vuelve la felicidad

Nos enamoramos del destino, y somos en la noche que nos recrea con formas que están en el punto idealizado. Nos conmemoramos con recuerdos que se aplican bien.

Nos realizamos con dones que nos alcanzan con dominios más presentes, más lúcidos, con respuestas sinceras.

Estaremos a bordo del mejor barco. Nos encantamos. Hemos dicho que las presencias serán. Nos comentaremos las causas.

Las diversiones nos incluirán en los anhelos que son ya hechos. Hemos diseccionado voluntades que se estiran y aparecen en la noche discreta.

Nos prodigamos con modelos claros. Nos hemos presentido. La existencia es. Nos hemos consolado. La felicidad vuelve.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Era y es

Antes era deseo,
ahora es amor,
y mañana será futuro.

La fantasía es real
gracias a lo indeleble,
que se llama cariño.

La sinceridad
es una muestra,
grande ella,
de lo que hablamos.

Nos tendremos
entre cautelas que superaremos
con abrazos silentes.

Antes era,
y ahora es.
Hay porvenir.

Juan T.

Tú y yo

Besa el olvido,
y sé tú conmigo.
Nos encontraremos
al calor de la noche,
que iluminará
nuestras ilusiones, nuestros seres,
y así nos embarcaremos
en emociones tardías pero serias.

Besa el olvido
y recupera el tiempo
que perdimos.
Empecemos
como cuando fuimos de verdad
tú y yo.

Juan T.

La bendita realidad

Medimos lo fácil,

y también lo difícil.
Aprendemos las teorías,
pero la realidad suele distanciarnos
de soluciones comprometidas.

Marquemos, por favor, los anhelos
con razones claras.

Nos hemos de añadir
a los mejores planes del amor.
No limitemos las opciones
de los fines relativos
en los que nos movemos.
Cambiaremos para mejor.
Es la decisión tomada.

Nos incorporaremos al día
desde lo más sencillo
a lo más complejo.

Podemos ser muy dichosos.
En esta actitud nos reafirmamos,
y por ahí caminaremos juntos.
Es un placer, un deseo cumplido
y la suerte de nuestra bendita realidad.

Juan T.

Infinito deseo

Beso tu boca,
y veo todo el amor
que eres capaz de compartir
y de extender.

Nos honramos
con ese cariño
que nos admite en procesos
de holgura y en anhelos
de pureza y libertad.

Inclinamos la balanza
hacia ese momento estelar
que nos permite viajar
en primera y con razones subjetivas,
ésas que no se acaban jamás.

Te beso,
y se abre todo un universo
de aventura y emoción.

Lo bueno de este camino
es que es infinito.
Por eso sabe mejor:
el beso, el deseo, tú.

Juan T.

Jugar

Nos decimos
que el amor es todo,
pero apenas le dedicamos tiempo
a ese todo
que nos puede salvar
y mejorar.

Nos decimos que creemos,
pero no siempre actuamos
en consecuencia y con coherencia
para saltar de un margen a otro.

Nos expresamos
a la espera de un milagro
sabiendo que para saborear
la lotería de la vida
hay que jugar algún número.

Lo sabemos, sí,
mas no siempre lo ponemos en valor.
No cabe ser neutral
en estas lides peligrosas.
Amemos.

Juan T.

La suma

Nos creamos. Somos en la misma noche. Nos agotamos. Estamos con el cuidado mayor. Nos declaramos. Hemos sido.

Volvemos sobre las huellas de un deseo que es en la voluntad con versiones calladas, que llenan. Hemos adecuado todo.

La existencia nos completa. Hemos amoldado los recuerdos para poder seguir por donde más nos complace. Nos maravillamos.

Hemos definido lo ideal. Nos consideramos con espíritus renovados. Nos comentamos. Hemos ubicado los anhelos.

Nos volcamos en lo básico. Lo que elucubramos se cumple. Hemos dado con la suma que nos amamanta.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Los caminos oportunos

Nos introducimos en el mundo de las razones que nos proponen ansias de libertad. Hemos de ir con improvisaciones que nos servirán con apuestas más que claras.


Nos hemos de superar. Los elementos de antaño nos han de servir con pláticas de amores profundos. No dejemos que la densidad de antaño nos pueda.

Hemos de buscar lo fabuloso. Nos hemos de maravillar con las ansias que nos procurarán las libertades de la infancia.

Hemos de creer. Nos consolidaremos en los instantes más queridos. No permitamos que las autonomías de otros nos descompongan.

No gritemos, no rompamos, no controlemos, no calculemos en exceso, y sigamos por esos caminos que nos dirán cuanto nos vale la pena. La oportunidad será grande. 

Juan TOMÁS FRUTOS. 

En ti y en mí

Vive tu amor en mí,
que haré lo propio por ti.
Nos entusiasmaremos
con reposiciones de deseos,
que no faltarán.

Vive en mis sueños,
que se han reinventado
con ademanes firmes,
con suposiciones claras,
con prestaciones infinitas.

Vivir es ya pensar en ti,
en ti, solo en ti.
No dudes de que estoy preparado.
Experimentemos.

Juan T.

Lo necesario para vivir

Pidamos estancias nuevas, y sigamos esa estela que nos procurará momentos gratos. Nos hemos de comunicar con razones no beligerantes, más que hechas.

Nos arrimaremos a los puntos cruciales que nos harán vivir en la cuerda de la sabiduría. Nos echaremos en falta. Nos sabemos ya.

Mucho queda por compartir. Hagamos caso a los anhelos que nos plantean pláticas con las que expresar cuanto somos.

Nos hemos de liberar con registros de voces perfectas. No malgastemos los ideales. Los instantes nos han de llevar por sendas de amor.

Las esperanzas nos han de transportar por etapas de querencias. No permitamos que se estropee lo necesario para vivir.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Vivamos

Vívete,
y sigue como si éste fuera
el último día,
que no lo será gracias
al amor,
que, pase lo que pase,
dejará el rastro
y el deseo por la verdad.

Sorpréndete
y continúa hacia ese cariño
que te liberará.
Hace tiempo que lo sabes.
La decisión
no debe esperar.

Date cuenta,
hoy más que nunca,
que no estás solo.
Arrincona los miedos
y vacuos objetivos
y mantén la paz por la misión
que nos llenará.

Vive en ti
tu propia naturaleza
y conoce los motivos
por los que estás aquí.

Si te animas,
verás que somos la pieza perfecta.
Utilízala como si fuera
el día establecido para su uso.
Lo es, sin duda.

Hace tiempo que lo sabemos.
Hoy constatamos la fecha elegida.
Salgamos del atasco
y sorprendamos al destino.

Cuando decimos ya
es ya,
así que no aguardemos más.
Vive, vivamos.

Juan T.

Lo que nos hace felices

Vamos a canalizar lo mejor con razones que nos lleven donde las pretensiones se hacen realidad. Importemos a los buenos.

Hagamos todo lo posible para no marcarnos con travesuras que nos dejen atrás. Tengamos cuidado. No malgastemos los tiempos de antaño.

Nos estableceremos en los instantes más gozosos. Nos hemos de dar lo especial para ser joviales, para vivir en la felicidad sin permanencias. Hemos de sostenerla cada día.

Debemos meditar para llegar hasta las hermosuras que nos hacen ser equipos de grandeza. Vayamos con soltura.

Caminemos con soltura. Hemos de averiguar lo que nos hace dichosos y procurar potenciarlo para que no nos falte la alegría.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Arranca el día

Arrancamos como el día,
llenos de amor,
prestos a saborear esa emoción
que ya no pesa.

Seamos sencillos
y mantengamos la apuesta
que nos puede predecir
con hábitos de entrega total.

Hemos de hablar
con respuestas
que nos han de brindar
las cautelas precisas
para conocer lo que nos viene
con promesas cumplidas.
Nos besamos.

Desarrollamos el mejor afán
con la destreza
de quienes se presentan
con versiones ideales.

Nos encargaremos de amar.
Nada será demasiado.
Es el día,
que arranca bien,
y nosotros con él.

Juan T.