En riesgo

Mi recordado Santiago Fernández-Ardanaz hablaba de la Cultura del riesgo. Su visión antropológica, su óptica en calma de la vida, sus percepciones de los imaginarios, lo habían llevado a interpretar la existencia con reflejos y realidades desde una mesura tan cabal como relevante.
Así, hemos de tener en cuenta que salimos a la calle, y, aún en casa, claro, y todo puede suceder. Lo que llama la atención es que no ocurran más eventos nefastos. Claro que en el riesgo está la oportunidad y el propio milagro de existir, pero, sin duda, hemos de procurar que lo negativo sea lo más pequeño posible. En lo que concierne al tráfico, por ceñirnos a un ámbito en concreto, es impresionante cómo se cometen infracciones un día y otro. Pese a las miradas de desaprobación y alguna que otra recomendación, siguen y siguen.
Se podrían poner muchos ejemplos, pero basten algunos que aparentemente no son peligrosos, y que sí lo son: nos acontecen cada jornada. Entre los posibles casos que podemos reseñar, reparemos en que una y otra vez hallamos a un propio que coge la moto y se pasea por la acera y por calles peatonales hasta su propia casa. No hablamos de acceder a un garaje. Lo que se señala aquí es que recorre 50 metros en moto para no caminar a pie hasta su puerta (andar es duro), con el lógico peligro para niños y adultos. Es un tipo grande que parece comerse el mundo. Su faz refleja este comportamiento.
Hay, además, otros que hacen tránsitos en motos  por los jardines de su barrio para hacer las gestiones mucho más rápidas en el entorno. La convivencia de espacios entre los adecuados para el tráfico rodado y aquellos en los que podemos deambular no va con ellos. No saben, no contestan.
Son dos indicios de que algo no va bien, como no es de recibo que no paremos en los pasos de cebra o que hagamos competiciones de velocidad por vías en las que la limitación está en los 40 kilómetros. Cualquier persona que se ponga delante del vehículo tiene boletos especiales para ir malherida a un hospital, y todo por la poca conciencia de quienes manejan el volante, que circulan alocadamente.
Podemos hablar en estos supuestos de incivismo, de una incultura manifiesta que conviene mitigar: resaltemos que en juego están nuestro bienestar y nuestra seguridad. Los niveles de polución y de ruido que igualmente tenemos que soportar en zonas de esparcimiento son, asimismo, puntos de interés que hemos de denunciar de una manera clara.
El riesgo es inevitable, pero lo que sí podemos reducir son los niveles de mala educación y de ceguera -así la tildaba José Saramago- con los que nos movemos en un excesivo y roto escenario de lucha por ver quién tiene más dosis de egoísmo.

Depende de nosotros

No conviene que aceptemos esto referido como algo insoslayable o como un mal menor. De hacerlo fomentaremos algo más que los incidentes que se puedan producir. La vida es demasiado corta para ir pidiendo oportunidades de cohabitación que deberían haberse aprovechado ya.
Cada vez somos más en el teatro del orbe, y eso hace que las normas, siempre necesarias, lo sean aún más. Dejar al albur de la suerte lo que deberían ser actuaciones correctas es un síntoma de que algo marcha regular en materia de tráfico. Hay más asuntos que destacar, pero hoy nos detenemos en éste, que, como ven, no es baladí. Hablaremos de más aspectos. Otro día.


Juan TOMÁS FRUTOS. 

Más encuentros

Es el día, lo es porque necesitamos ser en esa unidad que nos perfilará. Nos animamos. Podremos con todo. Las consultas son amplias. Andamos con fortuna. Necesitamos tan solo nuestro visto bueno, y lo tenemos. Nos encomendamos a los orígenes, a los dioses, que se alían con los sueños.

Nos inspiramos recurrentemente en la amistad que nos procura una estancia renovada en el corazón de los buenos, que nos ayudan a justificar y explicar mucho. Estamos listos para ser felices.

Nos multiplicamos con la esperanza de ser, de estar, de entender, y pedimos que todo vaya hacia ese cariño que nos congratula y regala ímpetus con formas apasionadas. Nos comprendemos sencillamente.

Nos acercamos a los hechos que son en la memoria de antaño. Nos hemos de involucrar en la búsqueda de la perfección. Todo ha de ser desde la enseñanza que nos admira. Nos acercaremos a lo que puede ser uso y costumbre edificante. Intentaremos positivarnos. Nos admiramos con lealtad y generosidad. Nos hacemos personas en la verdad que calma. Nos intentamos recrear desde la maravilla de existir.

Nos prepararemos más y más. Hemos de adecuarnos. Nos consensuamos con testimonios gratos. Hemos consultado los ideales. Nos hemos contemplado interiormente. Ya percibimos lo que precisamos. Nos dejamos ir. Habrá más encuentros.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Suerte

Tenemos el mejor papel,
y lo interpretamos de buena mañana.
Sabemos
que no faltará noche.
Nos tenemos
con funciones propias,
y subimos
al mejor afán,
con todo, con reclamos,
con tercios nuevos
que nos amparan.

Nos tenemos.
¡Qué gran verdad,
y qué suerte!

Juan T.

Nos hemos atendido

Nos situamos en ese mundo en el que aprendemos a ser personas. Nos somos con la mejor compañía. Nos animamos.

Pensamos en los anhelos que podemos cumplir, y los llevamos a cabo con una premisa única, vivir. Nos hemos de atemperar.

Los saltos de antaño nos han de llevar a la historia más hermosa. Nos ganamos con compañías que requieren cuanto fue.

Nos debemos a la misión que nos hace servir a óptimos intereses. Nos hemos señalado las cuestiones más interesantes.

Nos subimos a la nave de la esperanza, y con ella nos ponemos en marcha hacia objetivos visibles. Nos hemos atendido.


Juan TOMÁS FRUTOS. 

Complicidad

Nos miramos.
Todo es perfecto.
No vemos más allá
de lo que es un entorno querido.
Es una suerte
que así sea.
Nos hemos subido al barco
del amor,
y por él, en él, navegamos
libres, impacientes,
en la pasión misma.
Estamos en el Olimpo.


Nos abrazamos
y saltan las chispas
de un deseo
que cruza océanos.
Todo se conjura.


Nos concentramos
en cuanto somos,
en algunos porqués,
y nos soltamos
estando más que atados.


Pasamos de la razón
a la sinrazón
con fórmulas
que no podremos repetir
pero que siempre estarán.


Somos felices.
Más nos experimentamos
cuando caemos en la cuenta
del paraíso que nos rodea.
No sé si merecemos tanto,
pero sí es seguro
que lo vamos a disfrutar
con anhelos de entrega absoluta.

Nos miramos,
y todo se entiende
en ésta nuestra tierra,
que pone la fuerza
a los sentimientos más profundos.
La complicidad que surge
y se mantiene
es a tres bandas.


Juan Tomás Frutos. 

Elementos claros

Nos ponemos a cantar con una sensación que nos ocurre con versiones más que animosas. Nos elevamos hacia el deseo, que cumplimentamos.

Nos sugerimos estancias repletas de percepciones nuevas que nos ayudan a vivir. Nos hemos encontrado.

Las prevenciones son muchas, buenas, colmadas de genialidad. Nos hemos de poner en el punto más adecuado.

La vida es esa promesa que nos arregla. Hemos de saber lo que nos merecemos, que es mucho y bueno. Nos iremos contando.

Nos embrujamos. Buscamos la magia. Nos hemos dicho que seremos entre círculos Los elementos son claros.


Juan Tomás Frutos. 

Mucho mejor

Marcamos los deseos
y nos hacemos felices.
Somos en ellos,
con la directriz
que nos propone mejorías,
que ayudan
a la gran transformación.

Todo es amor.
Nos consultamos
con normas que son
en la vida misma.

Nos buscamos
entre las emociones
que nos envuelven
de señales de oro.

Nos hemos querido
desde antes de conocernos.
Ahora será mucho mejor.

Juan T.

Nos insertamos

Nos insertamos
en ese amor
que sabe a memoria.

Nos incluimos
y somos porque sí.
Hemos soñado.
Todo puede ser
cuando uno quiere de verdad.

Nos aplaudimos
y quedamos para el mañana
que supone bondad
y deseos cumplidos.

Nos insertamos.

Juan T.

Viajemos

Curioseamos por esos mundos que nos enseñan que la divisa ha de ser la tolerancia con un grado de satisfacción suprema. Nos hemos de congratular con lo que nos merece la pena. Hemos de avisarnos.

Los conceptos nos han de conducir por seguridades que nos brindarán un camino claro. No seamos en la inutilidad. Nos debemos al mundo.

Generemos una amistad que nos haga ser pródigos. Nos diremos que podemos. Hagamos una buena apuesta.

Sepamos por qué somos capaces. Nos hemos de adecuar a los sentidos de la existencia. Iremos donde sea.

Los compromisos nos han de conducir por anhelos claves. Sepamos y seamos de corazón,  y viajemos donde sea menester.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Podemos mucho

Diseñas un amor perfecto con una voluntad que nos hace vivir en las curiosidades de un cariño que nos hermosea.

Nos terminamos. Hemos causado y somos. Pensamos. Nos expresamos. Pedimos el todo. Nos conseguimos.

Hemos aventurado la ilusión. Nos consentimos. Hemos preparado lo ideal. Nos suponemos. Hemos asegurado.

La vida sigue. Nos divertimos. Hemos solventado. Todo es. Nos perseguimos. Nos estudiamos. Aprendemos.

Nos hemos de insistir con un cariño que nos adecua para estar donde somos. Hemos averiguado cuanto queremos, y nos somos en la espera. Podemos mucho.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Somos más

Amansamos
esa pasión
que antes nos constreñía
y somos libres
en otro fondo,
con mil formas.


Nos agasajamos
con una total pasión.
Nos pedimos todo.
Somos más.



Juan T.

Sensaciones

Olvidamos
para ser y amar,
y somos
en trayectos que nos quieren.


Nos intuimos
y nos regalamos
ese mar
que nos calma
con miles de sensaciones.
Olvidamos,
y amamos y olvidamos,
que todo es uno.


Juan T.

Con valentía

Nos amansamos con esos recreos que nos proponen seguir hacia el mar. Nos alentamos. Hemos llamado a la propia vida.


Nos consideramos. Hemos asumido que la ilusión es lo que es. Nos consentimos con deseos claves. Nos resistimos.


Hemos de mirar hacia el lado que nos propone una mejoría sustancial. Nos destacamos lo interesante. Nos avisamos.


Hemos de constatar la virtud. Nos aclamamos. Hemos resistido. Nos subimos a la vida, y en ella nos damos un poco de más amor.


Movemos las fichas más oportunas, y con ellas nos embarcamos. Acudimos. Nos preparamos con valentía.



Juan TOMÁS FRUTOS.

Sonríe

Sonríe
y dame todo el amor
que puedas,
que yo te devolveré más.

Sonríe,
que quiero que ganes
para obtener más yo.

Sonríe,
que nos hemos hallado,
y eso, por mil motivos,
nos regala
una vida eterna,
la que merece la pena.

Sí, ya sé que sonríes,
y así debes hacer todos los días.
Todos.

Juan T.

Lo que es

Avanzaremos con miles de afirmaciones que nos dictarán las mejores resoluciones. Dame un poco de todo.


Nos haremos sentir como nunca antes. Será mejor de lo que pensamos, de lo que soñamos, de los que nos dijimos incluso

Hemos de aventurarnos para avanzar en esa página que nos regalará la mejor aventura. Nos buscamos con premio.

Los elementos nos irán otorgando las suficientes garantías para amar y ser amados. Nos volcamos en lo que es.

Enseñemos a los corazones a ser, a estar, a poder, a expresar lo que deberían ser. Nos consentimos. La vida nos resuelve.



Juan TOMÁS FRUTOS. 

Dibujas

Dibujas el amor
y en él nos vemos.
Hemos sabido compartir
los mejores sabores.

Dibujas,
y te veo,
nos vemos,
y juntos entre aromas
nos vamos hasta el fin
que todo lo principia
cada día
con un ejemplo
nuevo, repetido, el nuestro,
con unos extraordinarios colores.
Dibujas.

Juan T.

Nos hemos de admirar

Comentemos las certezas con las que navegamos de un lugar a otro, y seamos en la virtud de estar en el mismo punto.

Nos entregaremos a la gran verdad que ya nos fertiliza con una gratitud enorme, que nos lleva. Hemos entendido.

Las impresiones son un compromiso que nos alienta a seguir por las sendas más generosas. Hemos de estar en el pie más singular.

Nos consideraremos desde la emoción más certera. Nos otorgaremos la suficiente voluntad para amar. No nos malgastaremos.

Veamos en lo particular para entender lo suficiente. No dejemos de lado los óptimos tiempos. Nos hemos de admirar.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Plan

Levantarme,
mirarte, hablarte,
quererte, sentirte,
dejarme avalar
por los retos de la vida.

Experimentar
tus aromas, tus creencias,
cuanto soy,
desde una emoción permanente.

Asumir
que las ilusiones
se pueden convertir en realidad.

Rozarnos, ser,
existir en paz,
continuar por procesos
casi perfectos, queridos.

Todo eso y más
gracias a ti, por ti.
Es, eres, el mejor plan.

Juan T.

Estamos

Creemos en la amistad que nos procura seguir hacia delante. Nos queremos. Hemos aprendido. Nos ocurre.

Nos hemos dado más ocasiones. Nos consolidamos con bravura. Hemos llamado la atención. Nos rememoramos.

Nos ponemos a cantar. Hemos resuelto incógnitas. Nos hemos pedido más o menos. Dependemos del futuro en común.

Nos hemos asomado al exterior. Nos gusta porque estamos unidos. Hemos recordado y respondido. Nos medimos.

Nos deberemos al cuidado de la misión más estimulante. Nos juntaremos. Nos pasa. Olvidamos para recordar lo esencial. Estamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Óptimos puertos

Funciona la naturaleza. Estamos en ese punto de aprendizaje que nos permite compartir la parte fundamental que somos para sobrevivir mancomunadamente, sin hacer daño a nadie, desde el umbral del cambio. Ser solidarios es el deseable cimiento de futuro.

Nos comprometemos a existir con impresiones que nos perfilan con resortes que están donde deben. Nos hemos de proponer más. Ayudemos. El beneficio, por societario, es ingente.

Nos declaramos en ese empeño que nos amolda a las circunstancias, que superamos. Hemos demostrado que buscamos la felicidad desde la consideración de compartir. Nos alegraremos.

Tengamos esa fiesta que nos importa. Hemos de darnos ese poco que nos destapa los aromas de la pasión. No podremos quedarnos atrás.

Los conceptos que tildamos de especiales y esenciales nos han de llevar por sendas de querencias que nos expliquen los verdaderos ideales. Naveguemos sin prisa y con el afán de aprender. Con esas premisas seguro que llegaremos a óptimos puertos. Nos reconoceremos en ellos.


Juan Tomás Frutos.

Mar

Es él, sí,
o ella,
es el mar,
el nuestro,
o la mar,
nuestra también,

Nacimos
de él, de ella,
de su quehacer,
de su amor,
de sus tempestades,
de su pasión,
de su colorido,
de su agua,
fuente de vida,
con su sal
que es fuerza.

Lo tenemos ahí,
a él, a ella,
que nos baña,
que humedece
las partes de una existencia
que se hace todo
en sus esencias,
con sus composiciones perfectas.

Es puro origen
en esta tierra murciana,
como en otros sitios,
aunque aquí lo perciba con más nitidez,
a él, a ella,
como especial,
que lo es de veras.

Voy permanentemente a su encuentro
abriendo, cerrando,
y abriendo de nuevo
el ciclo de la vida.

Es mi mar: él, ella.


Juan Tomás Frutos.

Motivo de felicidad

Nos preparamos
con el mejor carácter
para ese deseo
que nos une
y que nos permite
entender el mundo

Nos alistamos
a ese anhelo
que nos propone cambios
para avanzar,
y en ellos nos embarcamos
para animarnos
a ese futuro
que nos promete
y cumplirá.

Estamos listos,
y eso ya, en sí,
es motivo de felicidad.


Juan Tomás Frutos.

En el mar

Recorremos el mundo con escenarios a cuestas que nos proponen navegar por puntos que nos añaden a las virtudes más queridas. Hemos consolidado todo.

Nos incluimos en la verdad que nos aclara. Hemos llamado la atención. Nos tenemos. Nos preparamos con determinaciones.

Hemos aclarado para dar con los toques maestros que nos inclinan hacia el lado más vistoso. Nos lanzamos al deseo.

Nos preparamos para razonar con el todo que fermenta y que nos alimenta. Hemos asegurado. Llegamos. Podemos. Estamos.

Nos hemos de adecuar para ser nosotros mismos. Tocaremos en firme. Hemos amoldado las circunstancias. Nos incluiremos en el mar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Gratitud y eternidad

Dictaminamos un proceso que nos lleva donde la misión nos hace seguir por sendas muy cautelosas que nos amparan más y más.

Nos enganchamos a los elementos que nos conciencian con reglas de oro que nos previenen y nos impulsan hasta el mar, que es de todos.

Nos exponemos a lo más lindo. Nos hermoseamos con una cautela que nos presenta la virtud que es un tesoro.

Nos quedamos en un mar de sensaciones que nos ensalzan con unas conclusiones que son consecuencias lógicas.

Hemos de admirarnos con la visión más interesante, y hemos de estar donde la gratitud nos hace eternos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Más y mejores

Cuestionamos
y vamos hacia el fin
que es inicio
en una era que nos puede,
que nos gana,
que nos coloca
donde somos más y mejores.




Amamos
por encima de todo.
Nos sentimos plenos
y despejamos dudas y dolor.




Juan T.

Importante

Beso
el suelo que pisas,
que se vuelve sagrado,
porque el amor
hace que todo lo que toca
sea importante.
Lo eres, lo soy.

Juan T.

Avanzaremos

Declaramos la emoción con un gusto que nos ensalza con una numeración interesante. Hemos de llegar al punto ideal.

Nos complacemos con un regalo que es luz y sombra con refrendos de entendimientos serenados. Hemos visto todo.

Nos queremos como somos, y buscamos entre voluntades que nos conducen por mantos elocuentes. Hemos indicado lo mejor.

Nos subimos a ese lugar donde todo tiene sus suficientes destellos. Nos hemos de mirar con la cautela de antaño. Nos avanzaremos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Enamorados

Disfrutaremos del amor
con una voluntad
que todo lo dirá.


Nos haremos seguir
por una senda querida.


Nos reseñamos de nuevo
a través de besos.
No podemos quedarnos fuera
de los sentimientos
que nos definen.
Regalamos más carácter.
Somos.
Podemos decir
que estamos enamorados.



Juan T.

En el punto ideal

Nos contamos que es posible en un mundo de compromisos que nos llevan hacia un mar que nos regala lo mejor.

Nos construimos con una voluntad que nos previene con sus toques maestros desde la entereza misma que nos compone.

Hemos de fraguar las caricias con una magia que nos ha de dar lo mejor de cada cual. Nos haremos caso. Podremos en el todo.

Los instrumentos de poder nos incluirán en la voluntad que nos ama. Hemos hallado intereses y objetivos que podremos compartir.

Nos hemos de poner en ese punto que nos entusiasma. Hemos de reservarnos. Nos pondremos en el punto ideal.


Juan Tomás Frutos.

En defensa

El amor despeja
las incógnitas,
a pesar del dolor,
de la pasión,
de las destrezas,
de las caricias,
de lo que somos y seremos
gracias a él.

El amor,
aunque pese,
quita mucho,
y explica más.
Por eso merece la pena.
Por eso hay que defenderlo
cuando lo hallamos.

Los juegos,
a veces de juventud,
son una mala praxis.
El amor precisa amor.
Otro interés es fuego
del que quema.
¿Sabes?

Juan T.

Nos iluminaremos

Demos con las suficiencias que nos encienden los ánimos con una calma que está donde debe. Nos hemos de mantener en los sitios adecuados.

Diferenciemos con unas premisas que nos han de llevar por sendas y caminos que nos quiten lo que no tiene sentido.

Alberguemos las ocasiones que nos han de brindar las premisas suficientes para viajar entre dones que nos hagan sumar.

Navegaremos por unos océanos que nos regalarán lo que fue en otro instante. Hemos de brindarnos un poco de paz y armonía.

Nos quedaremos con el deseo. Seremos en paz. Nos iluminaremos. Hemos acudido bien. Nos alcanzamos. Casi. Ya.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Defensa y seguridad

Salimos de las dificultades y entramos en una memoria nueva que considera en positivo. Nos normalizamos. Hemos abierto el punto de la serenidad.

Nos comunicamos. Destacamos lo que merece la pena. Hemos indicado los propósitos más loables. Nos haremos volver.

Hemos de atender las llamadas más profundas. Nos quedaremos donde sea. Nos amaremos. No debemos negar lo evidente

Las cautelas nos han de conducir por periplos singulares. Nos encontramos. Hemos de ser. La vida prosigue.

Nos consentimos con descollantes caricias que nos permiten amar. Nos defendemos. Hemos asegurado lo que es.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Regalo

Gozas del amor
desde lo más sencillo.
Nos entregamos
a la más amplia pasión,
que nos envuelve
con su manto de flores
y de óptimos aromas.

Disfrutamos
de lo que sucede,
y en la defensa ideal
nos comprendemos,
lo cual nos distrae
y regala salud.

Gozamos:
el sentimiento se multiplica.
Es un regalo.
Es el amor.

Juan T.

Siempre

Nos juntamos
con todo el amor posible
y quedamos
en la mejor condición.

Nos amaremos por siempre.
Hemos aprendido
y hemos compartido.
Estamos alegres
porque tenemos futuro
en común.

Nos juntamos
un día y otro,
y, sea victoria o derrota,
sabemos que aprendemos.
Por siempre, sí.
Enganchados al amor.

Juan T.

Con certezas

Nos centramos en la mejor mirada, y somos en la comprensión máxima. Nos devolvemos aquello en lo que creemos.

Hemos supuesto. Nos probamos. Nos devolvemos a la facilidad. Nos estimamos. Hay un buen regreso.

Consentimos y aceptamos que todo irá mejor estando unidos. No hay apuestas. Hay resoluciones para estar donde debemos.

Nos inspiramos de verdad, y de verdad somos entre destellos que nos proponen estar en el punto ideal.

Nos explicamos por dónde va el amor, y vamos con resoluciones que se repiten para mejor. Nos abrazamos. Hemos comunicado con certezas.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Mi Tierra

Caminamos por la orilla.
Vamos descalzos.
Conectamos en el frescor
del día, de la vida,
de nosotros mismos.

Pasamos
con la suficiente capacidad
hacia un mundo de sorpresas.

Son las de siempre,
pero nos parecen nuevas,
y llenas de verdad.

Nos sugerimos
una copa de aire que oxigena
y nos indica
el instante adecuado
con una destreza amorosa.

Nos hacemos sentir
y entendernos en el origen,
lo cual nos muestra el destino compartido.

Vamos por el lado de las luces,
que aquí subrayan
una incombustible primavera.
Nos regalamos una verdad
sin pretensiones, con humildad,
y somos en la creencia
que, sin duda, nos salva.

Caminamos por esas huellas
que saben e impulsan
hacia ese futuro
que es prometedor
desde la implicación más justa
y honrosamente perfecta
 por suave y maravillosa.

Estamos en ese punto
que ni soñado sale tan excelente.
Es mi Tierra.


Juan Tomás Frutos.

Ser dichosos

Vivamos en el comienzo del nuevo estadio con el afán de resolver los enigmas sencillos que nos aclaran lo que merece la pena.

Nos hemos de llevar al origen de esas esencias que nos pueden explicar lo que nos puede influir en positivo. Intentémoslo.

Nos permitamos que el hastío nos pueda. Comuniquemos lo que tiene sentido y lo que no y caminemos por las sendas más hermosas.

Volvamos por los itinerarios que nos enseñan a amar y a perdonar desde una existencia sencilla y, a la vez, apasionada.

Hemos de observar para entender. Potenciemos la intuición como cimiento de una verdad que debemos compartir. Nos hemos de serenar día tras día.

Juzguemos lo que sucede con respuestas a las dudas, que nos han de permitir conectar lo que tiene interés. Procuremos ser dichosos. Es la base y el destino. Ha de ser.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Para nosotros

Nos conectamos
en este día único,
que lo es por nosotros.
Nos ponemos en forma
con un entrega total.
Nos amamos.
Por eso todo lo que sucede
es más que excepcional.
Lo es para nosotros.
Lo es.

Juan T.

Nos atendemos

Nos fascinamos con las opciones de cada día. Nos introducimos en un mundo de ensueño que nos ayuda. Hemos aprendido mucho.

Continuamos por lugares que nos expresan lo que nos emplaza a ser entre diligentes querencias hacia lo conveniente.

Hemos de ir donde nos enseñamos a ser. Nos queremos mucho. Nos hemos de estudiar. Nos hablaremos con oportunidad.

Hemos de continuar por esas sendas que nos llenan de aprendizaje. Podemos ser con suficiencia. Nos creemos.

Acudamos a las llamadas que nos plantean recreos excelentes. Hemos de estar en el sitio, y en él nos hemos de dar con profusión. Nos atendemos con claridad.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Consentido y conmutado

Nos adentramos en las imágenes de un mundo que nos sorprende. Hemos de vernos bien. Nos gestionamos con una modestia grande.

Nos entramos con caricias y mucha humildad. Hemos de aprender. Nos convencemos. Negamos y afirmamos al tiempo.

Nos hemos de poner donde todo tiene su espacio. Nos enseñamos. Hemos asegurado que es posible. Lo es juntos.

Nos preparamos para estar donde toca. Nos instruimos. Hemos agarrado el universo del mejor modo. Nos tocamos.

Hemos de ser dichosos en la noche que nos inclina hacia el lado más tierno. Nos ponemos en el sitio adecuado. Hemos consentido y conmutado.


Juan TOMÁS FRUTOS.

La vida

La vida es destreza,
capacidad, humildad,
entrega, voluntad,
bien pensar y actuar,
seguir con constancia,
estar y ser
desde la decencia y la honestidad.

Si así la experimentamos,
estaremos bien y gozaremos
en plenitud, desde la dicha.

Repasemos y personifiquemos.
Sepamos qué es la vida,
y seremos nosotros mismos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Realidad

Nos soñamos
desde el amor,
y con él crecemos
hasta el inicio
de una era
que se repite en ciclos.

Nos pensamos,
y actúa el milagro.
No cuesta nada.
Solo hay que creer.
Hablamos del amor.
Todo viene
desde él, con él,
y, si es,
nos regala paz
y toda la felicidad
que necesitamos.
En eso consiste el sueño:
en hacerlo realidad.

Juan T.

Estarnos

Crecimos juntos y nos contamos aquello en lo que nos entendimos. Hemos de resolver las miradas. Necesitamos más.

Nos consentimos con unas variables que nos llevarán donde la amistad nos adquiere el mejor compromiso.

Juntemos las premisas que nos han de conducir hacia la amistad en la que creemos. Hemos hallado respuestas.

Nos amaremos con unos pasos enormes. Nos debemos a la generosidad de un universo plano. Nos alzaremos.

Convencemos a nuestros interiores para estar donde la amistad nos implica para mejor. Hemos de estarnos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Con todo lo posible

Contribuimos a la fe que mueve montañas y nos coloca donde somos más coherentes. Nos ponemos a sumar.

Nos inclinamos hacia la voluntad máxima que nos determina con un recuerdo que debe ser. Nos mostramos con un buen pregón que nos aclara.

Hemos sabido hallar una motivación máxima. Nos hemos controlado. Contrastamos. Hemos conseguido mucho.

Nos influenciamos con una voluntad que ha de mover molinos de un viento embriagador. Nos hemos de colocar donde es.

Nos tumbamos ante lo ideal, que es, que puede, que nos importa. Hemos avanzado con todo lo posible, y con todo lo posible es.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Todo lo que podamos

Nos distraemos
con la mayor hermosura
que es el amor.

Nos encendemos con él
superando el tiempo.

Acabamos en la misma cima
como héroes
en un paraíso eterno.

Caminamos por un ciclo
que nos lleva y nos trae,
y, en el mismo ocio,
nos enseña y es.
El consejo es que abonemos
todo lo que podamos.

Juan T.

El que es

Contrastamos el deseo
y damos con las caricias
que son supletorias,
nada más.

Hemos de regalarnos tiempo
y ocasiones de amar
para saber dónde está lo verdadero.

Mezclamos anhelos y experiencias
y creemos en los milagros
que nos ponen
donde somos, donde queremos,
como esperamos,
en la fe y en la confianza
del cariño,
el tuyo, el mío, el que es.

Juan T.

El que es

Contrastamos el deseo
y damos con las caricias
que son supletorias,
nada más.

Hemos de regalarnos tiempo
y ocasiones de amar
para saber dónde está lo verdadero.

Mezclamos anhelos y experiencias
y creemos en los milagros
que nos ponen
donde somos, donde queremos,
como esperamos,
en la fe y en la confianza
del cariño,
el tuyo, el mío, el que es.

Juan T.

Hemos llamado a la vida

Sabemos que iremos a vernos, a desearnos, a compartir, a dar con la memoria que nos distrae. Hemos de adivinarnos.

Nos pondremos a negociar con la experiencia y la fe en lo que nos mueve con y sin montañas que nos acompañen.

Hemos de adivinar lo que sucede en un campo de diversiones que nos proponen lo que es elucubración con promesas no heridas.

Hemos conseguido, y somos, y nos podemos con clemencias que nos unen a la sensación de mejora. Hemos sido.

Las pretensiones nos consideran en espacios renovados que nos defienden con la creencia única. Hemos llamado a la vida.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Sustento

Tenemos amor,
y también deseo.
Es cuestión de multiplicarlos.
La vida, como sustento,
es eso, desde la paz
y el bien que surgen
de los buenos sentimientos.
Tenemos...
para compartir.

Juan T.

Facilitamos

Insistiremos en la memoria que nos hará viajar por sensaciones útiles que hemos de guardar. Nos haremos caso.

El valor de la memoria nos ha de llevar por sendas de caricias claras. No podremos esperar. Las vitalidades nos colocarán cerca.

Supongamos en la mejor ocasión, en la virtud de entregarnos a una gran estela. No podremos esperar. Nos saldremos hacia esa misión que haremos posible.

Debemos sernos con coraje. La vida es pureza. No apaguemos la luz. Hemos de prevenir. Las circunstancias son claras.

Debemos estar donde la vida es oportunidad. Nos afirmamos. Hemos hallado buenas respuestas. Nos consideramos. Facilitamos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Amar y ser amados

Nos cultivamos con recuerdos que son. Nos elevamos de la mejor manera. Somos entre precisiones que nos animan.

Nos hemos de destacar lo más hermoso con lindas caricias que nos han de provocar las amistades más singulares.

Nos decidiremos con unos cuantos usos que nos harán vivir en la costumbre más querida. Somos de nuevo en un lugar único.

Nos hemos de llamar con deseos claves que nos darán ocasiones únicas. Los olvidos nos alimentan. Hemos resuelto.

Todo es en la noche de varios tiempos. Nos colocamos de manera oportuna para disfrutar del día, que ama y nos permite ser amados.

Juan TOMÁS FRUTOS.

En ti

Nos provocamos
de buena mañana.
En ella nos atendemos
hasta el inicio de todo.

Nos provocamos,
y nos sentimos vivos.
De buena mañana.
Eso: el inicio de todo.
En ti.

Juan T.

Mejoramos

Nos comprometemos en este aprendizaje eterno que nos ensalza desde la sencillez. No necesitamos nada más que salud para disfrutarnos. Hemos dado con esas claves naturales que nos imprimen el mejor carácter. Reflejamos lo que somos.

Nos incorporamos. Hemos hallado las bases para ser. Nos mostramos auténticos. Recordamos que debemos defendernos a nosotros mismos. Las dependencias, las justas.

Nos proponemos esa vuelta que nos aparta de la soledad. Nos ubicamos en las presentaciones que defienden lo esencial.

Se nos ocurren esos conceptos que nos aportan jovialidad. Ésta es el sustento de una razón que nos añade. Jugamos y compartimos. Nos decoramos con buenos hechos. Vamos sin prisa hacia una conquista mancomunada.

Nos regalamos las teorías que nos llevarán a las mejores prácticas. Nos perseguimos con aromas que nos unen. Hemos acordado ese equilibrio que nos propone voluntad y algo más. Pasa, y mejoramos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos superamos

La vida adquiere
sentido real
cuando estamos felices,
cuando disfrutamos en paz.

Es lo que conseguimos,
y mantenemos,
en un contexto sencillo,
entre los nuestros,
con ese frescor
que nos engancha
a los elementos básicos.

La naturaleza
es una parte crucial
del deambular diario.
Con ella somos,
en ella somos,
podemos, avanzamos,
nos escapamos de lo malo
y nos transformamos en ese hambre
que nos sacia.

Al alba
nos unimos entre cánticos
que nos provocan
en positivo.
Todo se concita
para los instantes soñados.
Es, estamos, somos.

Nos superamos.
Eso: la vida, su sentido,
todo, más,
contigo más.


Juan Tomás Frutos.

Existimos

Existe el día,
existo yo,
existimos,
y todo gracias a esa suerte
de ser la gracia
de una unidad
por y para siempre.

Nos miramos,
y existimos.

Juan T

Nos miramos

Saldremos a ver lo que sucede por un mundo del que tenemos que aprender. Nos prevenimos con la suficiente belleza.

Nos esforzamos para estar donde sea. Hemos inspirado lo mejor. Nos trabajamos. Nos hemos de considerar.

Nos toca ser. La vida sigue. Nos movemos. Nos ponemos en ese punto que nos quita la fricción. Nos guardamos.

Hemos respondido a la misma vida. Nos hemos de considerar. Las prestaciones son enormes. Nos escogemos.

Aprendemos con unas insinuaciones que fraguan. Nos entendemos. Hemos sugerido mucho. Nos miramos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Pasa

El amor
nos indica el camino,
y éste nos refleja
si lo es de verdad.
Hay que estar atentos,
que todo va muy deprisa.
A veces estamos más en las formas
que en los contenidos,
y la vida pasa,
y el amor también.

Juan T.

Viajar

Representamos la mejor misión con todo lo puesto, y somos en el compromiso de una verdad que se extiende.

Nos olvidamos con presunciones que nos hacen superar las inocencias de otras etapas. Hemos incluido la vida en más vida, y seremos en el sueño mismo.

Nos consultaremos los consuelos que nos llevarán por doquier con una amistad que nos sugiere, de momento, qué hacer. Nos hemos de divertir.

Pensamos. Analizamos. Las previsiones nos han de regalar los elementos básicos para no quedarnos en la nada. Nos querremos una y mil veces.

No permitamos, por favor, que las cuestiones que consideramos esenciales se queden fuera de juego. Hemos de viajar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Algo bueno

¿Sabes lo que haré?
Confiar en ti.
No me importa
que se acabe el mundo.
Contigo algo bueno quedará.

Juan T.

Nos consentimos

Nos preparamos con todo el amor posible. Seremos en la voluntad que nos enseñará a estar. Nos aclararemos.

Nos inspiramos para estar en ese mundo que nos ubica con sorpresas de todo tipo. Nos hemos de ver donde sea preciso.

No todo se ve, pero estamos seguros de que algo quedará. Nos hemos de sorprender con el gusto por lo que nos enseña a estar.

La vida es  una premisa que nos une. Lo que importa es hallarla. Hemos dado con los toques maestros.

Nos debemos un universo que iremos llenando de ilusiones. Hemos sido. Nos consentimos, y aprendemos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Vivir

Hay razones para amar
y ser amados.
Se trata de descubrirlas
en la persona adecuada
y de no huir
por miedo a la felicidad.
Todos tenemos nuestra porción
por derechos humanos, históricos.
Por lo tanto, hay razones
que hemos de sustentar.
En vez de fugarnos,
hemos de vivir.

Juan T.

En la pura amistad

Visitamos las recetas que nos hacen estar en el mejor punto. Nos colocamos en los sitios que nos permiten unirnos.

Hemos de reservar unos gramos de suficiente esperanza para dar con la paz, que nos distraerá. Nos dibujaremos.

Nos prepararemos con dosis de fe. Hemos de movernos. Nos quedaremos y nos pondremos en los fines mismos.

Nos cobijamos de nuevo entre aires de una juventud preferida. Nos hemos de entusiasmar con las creencias en nosotros mismos.

Nos reinventamos. Hemos de considerarnos. Nos volveremos por los sitios de antaño, y seremos en la pura amistad.


Juan Tomás Frutos.

Hablo

Hablo de amor
cuando pronuncio ese deseo
que nos une
a la verdad de siempre,
ésa que consideramos nueva,
pero que hace siglos
que se repite.

Hablo de juventud
y de renovación, de besos
y de propulsión de unas ansias
que nos colocan
donde las verdades lo son
sin tener que demostrar nada,
porque sí, en su sencillez.

Hablo de amor
y no hace falta
ni que insista ni que perfile,
sobre todo si hablo con el corazón,
desde la autenticidad.
Hablo.

Juan T.

Cuando debe

Construyes todo el amor posible con una versión más que nutritiva que nos conduce por vientos que nos hacen seguir.

Nos preparamos para estar entre lenguajes perfectos que nos aclaran los conceptos básicos. Hemos llamado.

La vida nos atrae. Nos proponemos unas vertientes que nos distinguen con unos pasatiempos renovados.

Nos hemos palpado. Hemos consultado cuanto somos, y, siendo, nos liberamos. Nos presentamos en un nuevo rumbo que nos destaca lo básico.

Hemos asegurado el divertimento con una plática que nos recorre el alma. Nos sanamos. Todo viene cuando debe.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Vida

Nos aceptamos
con una sensación
de vivir
que nos insiste
con hechos,
con besos,
con todo lo que somos.



Nos hemos de sorprender
con una garantía
que nos llevará
donde la emoción
es intensa, más,
por siempre, entre verdades
que nos abrazan.



Nos aceptamos, sí,
con una gran sensación,
viviendo.


Juan T.

La mejor ocasión

Abundas
en la mejor pasión,
y con ella crecemos.
Es amor,
es paz, es querencia,
expresión de fe,
es todo, transformación,
silencio y palabra.
Es,
y lo disfrutamos
como la óptima ocasión.
Abundamos.

Juan T.

Nos tomamos

Indicamos el elemento básico para surtirnos de los mejores ejemplos. Hay novedades que exploramos para avanzar.

Nos amamos como base de la factura máxima, que nos implica en lo que verdaderamente merece la pena.

Hemos respondido a las relevancias de otras etapas, que mucho nos dieron. Nos otorgamos paciencias. Nos devolvemos lo mejor.

Debemos ir con una querencia que ya nos surge con deseos de paz, que tenemos y compartimos, y expandimos.

Nos alabamos con ideales en lo que nos merece la pena. Hemos sellado acuerdos. Nos hablamos. Nos tomamos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Confluyen las circunstancias

Nos ponemos a pasear por doquier, y somos en la sencillez del momento, que es la que explica algunos porqués fundamentales.

Nos instruimos con un poco de certeza, con la verdad de ser, de estar, de compartir, de tenernos. Mudamos para llegar al punto de partida, del que nos fuimos tan solo para atesorar la suficiente experiencia.

Ya nos entendemos. Criamos los óptimos valores que nos transportan al anhelo del equilibrio en la misma paz desde la justicia. Confluyen las circunstancias.

Las fuentes manan sin cesar con sus elementos básicos. Comprendemos los contextos. Calmamos los corazones, que han de latir para curar las premisas que nos mueven.

Los sueños se entregan a la realidad, y ésta se enciende con sus galas más hermosas, que nos indican que podemos ser con claridades, en solidaridad.

Tomemos la belleza como referente y seamos en las inclusiones que nos conducen por puertas que se abren de un atractivo modo. Toquemos para avisar, sobre todo a nuestro corazón.

Una vez entremos en la fantasía cumplida estaremos en un mundo tal que, sorprendidos, no querremos volver a nada anterior.


Juan TOMÁS FRUTOS.