A prueba


Navegamos por donde todo parece tener sentido. Nos dejamos colocar en el sitio ideal con tonos agradables.

Nos multiplicamos con regulares sentencias que nos ubican donde la virtud es grande, buena, singular, en la espera.

Nos mostramos con caricias y cariños que nos endulzan las emociones con las que contribuimos a estar en el sitio ideal.

Es justo. Todo lo es cuando hallamos la bondad como promesa cumplida. Hemos dado con los momentos más felices, que conservaremos.

Nos preparamos para acercarnos a las caricias de instantes seculares que nos ponen a prueba. Ganamos. Hemos sido buenos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Donde quieras

Nos medicamos
con un beso.

Subimos la dosis
a dos, y a tres,
y nos buscamos
casi en un infinito
que sabe
a tono ideal
y a gloria.



Un beso, sin duda,
te lleva donde quieras.



Juan T.

Nos dicen que sí


Me encuentro con todo tu ser en una nueva vía que me escoge con la mejor manera. Nos aproximamos a las verdades que nos mueven hacia ese final que es inicio.

Nos añoramos. Hemos agotado los empeños que nos ponen donde tenemos que estar. Hemos acudido con fórmulas mágicas.

Nos enteramos de que es posible con una voluntad que apaña lo que nos importa. Hemos estado en el punto ideal.

Nos despejamos con novedades que nos ensalzan con tonalidades más que queridas. Hemos hallado muchos motivos.

Nos inclinamos hacia ese mar que nos envuelve de pasatiempos. Nos suponemos con océanos de amores que nos dicen que sí.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Como tú

Voy a verte,
y a ser feliz,
si me recibes.

Si hay agrado,
estaré ahí.

Si no, tranquila,
que seré feliz
como tú lo seas.

Juan T.

Lo haremos

Nos remediamos con unas aplicaciones que nos llevan donde el Sol tiene algo de sentido. Nos preparamos. Hemos arreglado los caminos.

Nos salimos de una aventura para entrar en otra. Hemos acudido a millones de llamadas que nos sirven los buenos resultados casi en bandeja.

Nos desplegamos hacia un universo que dispersa. Nos contenemos un poco. Hay mucho rato para compartir.

Cuadramos las fichas que unen desde la emoción más hermosa. Nos aplaudimos un rato sí y otro también.

Hemos convencido a la razón de ir hacia la hermosura que nos impone un buen carácter. Puede que sea posible. Lo haremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Felices

Sumas deseos,
y eres amor.

Nos quedamos
en ese bronce que despeja
incógnitas,
y con todo, con nada quizás,
somos felices
de tenernos.

Juan T.

Con paciencia

Nos manifestamos con un toque de buen humor, que nos cuadra. Nos elevamos con un rastro de querencia que nos lleva donde todo es.

Nos mostramos con una caricia que nos envía donde todo tiene un cargo de buen sentimiento, que nos regala una bruma nueva.

Nos controlamos con recuerdos que son. Nos alimentamos. Nos dejamos ir. Nos llamamos con recuerdos que son.

Hemos adecuado el discurso. Nos nombramos con toda la paciencia del mundo. Hemos ganado un poco la partida.

Nos hemos pretendido. Las disculpas nos conducen por lugares nuevos que abren el discurso de antaño. Nos tenemos con paciencia.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Levedad

Gestas amor,
y sigues hasta el mañana,
con el que nos conformamos.

Hemos resuelto
algunas dudas que nos aclaran
el todo, más,
con ternura,
y nos mantenemos,
siempre nos mantenemos
hasta ese nuevo comienzo
que sabe a levedad.
Amamos.

Juan T.

Todo es


Movemos deseos y en ellos nos vemos con fuerza. Nos queremos. Nos decoramos. Hemos asumido todo.




Nos iremos más cerca de lo que podamos. Nos asentimos. Nos negamos y afirmamos casi al mismo tiempo.




Nos hemos de llamar con coraje y cariño. Nos alimentamos. Generas más. Nos rozamos. Hemos servido de testigos.




Nos sorprendemos. Hemos acudido a varias llamadas. Nos asomamos al exterior. y todo lo podemos. Nos quedamos en el sitio.




Vayamos donde sea preciso, y con lo necesario tomemos las riendas del destino. Nos aclamamos. Nos dejamos ir. Todo es.




Juan TOMÁS FRUTOS.

Consecuencias

Prefieres,
y en esa opción soy
con todas las consecuencias.

Buenas son.
Inmejorables, diría.



Juan T.

Juntos, no se puede pedir más


Nombramos caricias que tienen nombre desde que te conozco. Nos hemos consentido con variadas intenciones que nos llevan donde fuimos.

Hemos proporcionado unas sentencias que nos valen para que todo vaya de la manera adecuada. Nos hemos propiciado señales con las que nos iremos atendiendo.

Los años suman desde la experiencia que ha de dar con los toques maestros. Nos alentamos. Hemos subrayado algunas cuestiones que consideramos básicas.

No obstante, nos reservamos para excesivos puntos fundamentales en pos de un futuro en común. Nos hemos adueñado de la gran verdad que iremos compartiendo con indicativos superiores.

Nos amoldamos a las expresiones con las que nos declaramos parte de una misión que hará que todo sea posible. Estamos juntos. No se puede pedir más.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Rápido

Asomas al deseo,
y ya no quieres salir de él.
El aprendizaje, aquí,
es rápido.

Juan T.

Imposible de superar


Hay personas que siempre están ahí. No sé si son conscientes, pero, en tu caso, realmente lo sabes, y he ahí la magia del momento que tanto y tan bien nos mueve a través de ellas. Conocen, y vuelvo al genérico de la casta, el paño de lo humano, y eso se palpa. Trasladan, esas gentes, un conjunto de valores que tienen que ver con el sacrificio, el amor, la amistad, la solidaridad, el empeño, la voluntad, la confianza, el afán de superación, la bondad, la intención leal, etc., a todos cuantos les rodeamos, y por eso, claro, no queremos apartarnos de sus estampas.

Ciertamente, parte de su encanto es que no perciben lo que les digo. Su humildad, y buen hacer nos llevan de la mano, juntos, con toda naturalidad. Son una apuesta segura en los óptimos y en los pésimos tiempos, que valoramos con su grandeza, gracias a ella.

Descuellan por muchas cosas. Tienen premios y dones por doquier. Hablo de valores, y no de precios. Subrayo multitud de motivos: son ingentes por sus palabras, por sus hermosuras, por cómo guardan silencios o hablan cuando toca ser gallardos, por sus anhelos, por los ciclos en los que se inmiscuyen, por la fuerza de sus actuaciones, porque saben estar donde entienden que han de ubicarse, porque dicen sí cuanto toca sí y no cuando es menester negar, porque se guían por el corazón y no por la razón cuando vacilan en las encrucijadas, porque ponderan la sociedad en vez de corresponder la individualidad.

No dejan de lado nada que merezca le pena. Han sabido salir a la palestra de los ánimos, y con ellos se conectan todos los días... y nos transportan igualmente. Sonríen, lloran, son humanos, y no esconden esa realidad abstracta que a todos nos conduce a soñar como base del acontecer diario. Han sido alumnos, y ahora son maestros.

Tenemos a gala llamarlos, escribirles, confesarles quiénes somos, porque, sin ellos, pocas cosas tendrían sentido. Lo bueno es que, de manera espontánea, natural, poco a poco, nos registran esto que les apunto. Por eso lo gloso ahora.

Ésta va por ti, amigo Pepe Castillo Abreu. ¡Eres imposible de superar!

Juan TOMÁS FRUTOS. 

Prueba


Preñas el día de emociones,
y con ellas te fundes
con el primer universo,
ése que viene de la verdad.

Nos hemos prestado caricias
que divulgan el concepto
de la amistad, del amor,
de la primigenia certeza
que contrasta las versiones
de otros, callados ellos,
en los que no deseamos creer.

Hemos de expandir
esos estándares
que muestran el anhelo de la victoria
y puede que un poco de memoria,
pero no van más allá.
No precisan altivez.

Hemos de estar atentos
y recibir con valentía
lo que nos somos en verdad.

Busquemos los colores favoritos
y seamos con habilidades
que nos provoquen bienestar.

No saturemos
con reglas de oro
que pregonan sensaciones
que han de ser de todo
menos extrañas,
pues sabemos que podemos.

La existencia nos rodea
con sus diestros brazos.
Hemos resuelto dudas,
pero lo cierto es que regalamos
tantas incógnitas
que lo nuestro, con juego,
es un eterno empezar.

La vida nos trae un vale.
Lo que éste contenga
lo pones tú.

Prueba.

Juan Tomás Frutos. 

Lo haremos


Nos asombramos. Hemos de rescatar el valor de la memoria. Nos hemos de insistir. Nos curamos en salud.

Hemos de vivir en los prolegómenos de una historia que sale hacia la nada misma. Nos hemos de dar valentías.

Nos recordaremos con conceptos que nos han de insertar en la clasificación que apuesta por llenar de felicidad todo cuanto somos.

Nos ponemos a sumar. Hemos acudido a la valentía máxima. Nos colamos en el sitio de antaño. Nos preparamos.

Calculamos algunos valores, y llegamos con el tino suficiente. Hemos de explicarnos lo mejor que podamos. Lo haremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Te darás

Dame todo el amor
que puedas,
que no perderás
ni un solo deseo.

Dame, y te darás.

Juan T.

Devoción

Nos aconsejamos en un instante de pura pasión que nos lleva hacia donde seremos mejores. Nos llamamos amigos.

Nos resarcimos con resortes que nos imprimen el mejor carácter. Hemos acudido a la llamada del cariño. No hay temor.

Nos imprimimos la impronta que nos conduce hacia la sensación más maravillosa. Hemos asumido que podemos mucho.

Nos inculcamos la devoción más mayúscula con una sintonía maravillosa. Hemos alcanzado los conceptos más hermosos.

Nos planteamos algunas cuestiones que consideramos básicas. Nos hemos pedido todo. Más habrá con la devoción que nos tenemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Tenemos


Me llamas amor,
y procuro que así sea.
Nos entenderemos.
Nos tenemos.

Juan T.

La base


Nos insistimos con recuerdos que nos fijan a la amistad más honda, con la que navegamos bien. Nos controlamos.

Hemos de adivinar los sueños con los que nos fundimos en un plano singular. Nos hemos llamado con refrendos que nos disponen.

Los cuantiosos deseos nos llevan hacia el escenario más hermoso, que nos vincula. Hemos aplicado recetas casi mágicas.

Nos impedimos ir, pero puede que al final nos convenga. Hemos reiterado lo bueno. Los años nos quitan pesos.

Nos interesamos por los otros. Hemos hallado motivos. Nos compartimos. Iremos donde sea menester. Hemos conseguido la base. Continuaremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Hechizados

Nos hechizamos,
y seguimos
como si el mundo
tuviera sentido,
que ya lo tiene.

Hechizados, pues.
¿Se imaginan?

Juan T.

Todo lo presta la vida


Mitificamos la idea con una realidad que nos lleva donde fuimos. Nos gustamos. Hemos comprendido todo.

Nos declaramos parte del mejor sistema. Nos imprimimos el carácter que nos ha de colocar donde hay más y más sentido y sentimiento.

Nos asaltamos con dudas que nos previenen. Hemos asumido algunos cambios que nos mejoran. Nos detallamos.

Los hechos son muchos, y múltiples son también las premisas que nos han de devolver cuanto fuimos. Nos contrastamos.

Los enseres de antaño nos acompañan. Hemos sellado acuerdos, y con ellos nos endulzamos la vida, que todo lo presta.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Lo supremo

Ámame
con la locura
de quien pierde la vida,
que así la ganamos.

Nos compenetramos
como si no hubiera un mañana.
Puede que, juntos,
nos importe menos el cómo.

Amar es lo supremo,
y contigo más.

Juan T.

Mucha experiencia


Movemos las fichas que nos unen entre vertientes y telas que nos convencen de mundos autóctonos. Hemos de consentirnos.

Nos encendemos. Hemos de pregonar lo que somos con hechos. Nos alcanzamos con noticias claras de puro amor.

Nos hechizamos. Hemos dado con ese tanteo que nos invierte e imprime el carácter más generoso.

Nos valemos. Hemos recogido la vida con más existencia. Nos hemos convencido. Las premisas son varias.

Nos hemos llamado al orden con una emoción más que sincera. Nos presentamos. Hemos negociado. La experiencia es mucha, y le sacamos partido.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Con un beso


Nos besamos
en ese nuevo mundo
que hemos creado,
y nos somos con belleza.

Planteamos el mejor humor.
La felicidad viene
de estar en paz
con nosotros mismos.

Y lo estamos con un beso.

Juan T.

Ganamos otra vez


Nos ponemos en la encrucijada que nos permite navegar por lugares que nos admiten con luces singulares. Creamos.

Nos adquirimos con nobles intenciones que llevan donde todo podrá ser. Nos consentimos. Hemos aplicado recuerdos.

Los hechos son los que son. Nos alcanzamos con luces y destacadas caricias que nos inclinan hacia el lado mayúsculo.

Hemos recordado que podemos ser. Nos superamos. Hemos hecho caso a nuestro destino, que nos aclara el futuro.

Nos determinamos. Hemos apostado por un mar de coincidencias. Los propósitos son múltiples. Ganamos otra vez.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Sabes

Paseas el buen amor,
y te sientes único
en un mundo anónimo
donde te salvas
porque has dado con la clave.

Hoy lo sabes.

Juan T.

Seremos el todo


Nos volcamos en una buena experiencia que nos abre caminos. Nos quedamos en ese umbral que nos permitirá ganar cuando lo tengamos claro.

Hemos de vivir con la paciencia suficiente para incrementar las creencias en cuanto fue. Nos alimentamos.

Nos debemos a las emociones intensas y llenas de intereses cruzados. Nos abocamos a ser felices. Somos, seremos, base.

Nos procuraremos estancias prolongadas. Hemos de asistir con todos los deberes confeccionados en forma y propósito.

Alcanzamos las fechas y los espacios con la suficiente querencia. Nos soñaremos. Hemos aparecido como una gran parte. Seremos el todo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Intenso paseo

Paseas por la vida.
Nos vemos.
No nos detendremos.

Sabemos
que hemos de cogernos
de la mano
y querernos mucho.

El paseo será más intenso.

Juan T.

Cuestión de tiempo


Me ubico
en esa sala que dispone
la dicha a borbotones.

Nos queremos sin mancha,
sin condiciones,
prestos al momento,
que llega.

Nos enamoramos
de la idea, del proyecto,
de la realidad,
que somos nosotros mismos.

Hemos dedicado
energía y espacio
a experimentar
en la paz
de antaño, de siempre,
puede que del futuro también.
Es lo que deseamos, repetimos,
a borbotones.

Nos hemos amaestrado
con los años
mientras esperábamos un milagro
que no sabemos si ya llegó.
No nos advertimos,
pese a estar en el compromiso.

Me ubico junto a ti,
a tu lado,
con la actualidad de la belleza
que se nos supone.

Nos queremos.
Hemos sorteado
varios obstáculos, quizá muchos,
y entiendo que hemos aprendido.
No hay prisa para asimilar
y atemperar
en este lugar tan querido.

Dibujamos el cielo
en estas circunstancias
y decidimos ponernos los dos
en el punto conveniente.

Es cuestión de tiempo
que todo vaya genial.

Juan Tomás Frutos.

El toro


Tiene una estampa divina en la Tierra. Es extraordinario. Ha venido para lucirse, para transformar su entorno, para vivir entre miradas que admiten el descanso, pero también la lucha.

Ha visto el universo de un modo que guarda para sí. Solo los titanes que le aman y se le oponen son capaces de entender un ápice de lo que le sucede. Alberga tragedia y éxito en su existencia, como todo lo excepcional de la Naturaleza.

Gira con los tiempos, pero continúa siendo esencia. Vive el compromiso con su raza, con su genética. Es referencia, y, de algún modo, lo sabe.

Ha nacido para el triunfo y la heroicidad, que es muerte, como la base de todo lo creado. Forma parte de una antropología especial a la que cantan los poetas.

Como todo ser único se percibe incomprendido por muchos. No importa. El orden de las cosas sigue. Después de todo, no siempre conseguimos conocer las razones de lo que acontece.

Deambula por elucubraciones, y se hace realidad. Es efímero, pero de algún modo todos sabemos que merece la pena. Es el toro, el símbolo de una manera de otear y experimentar.

Juan Tomás Frutos. 

Paños de cariño


Nos encaminamos hacia ese amor que nos encuadra en la amistad que nos hace lindos hasta sin querer.

Nos alimentamos de las bellezas que nos proponen mejorías constantes. Estamos en un mundo que renueva.

Nos dejamos llevar por una senda que alcanza con maravillas puntuales. Hemos de ganar para ser, hemos de ser para obtener los réditos del amor.

Olvidemos, por lo tanto, los sitios en los que somos todo y casi nada. No podremos estar donde queremos. Nos parece imposible, pero será.

Los cuadros de pensamientos nos deben adivinar una hermosura interior que compartirá espacios y paños de cariño.

Juan Tomás Frutos.

Desea

Impresiona el deseo
porque estás tú.
Impresiona porque es verdad.
Impresiona porque se queda.

El deseo llega,
y, cuando te das cuenta,
ya no eres tú,
aunque estés.

Él gana,
sobre todo cuando hay pasión.
Queda pedir, pedirte,
que seas honesto,
y lo administres bien.

¿A que impresiona?
Desea.

Juan T.

Importa

Nos importa,
y somos.

Y seguimos por amor.

Nada queda inerte
cuando sabemos
lo que hay que contar
y, sobre todo, el porqué.

Importa porque somos
en el mismo amor.

Juan T.

Contrastes de amor


Manifiestas lo que sientes en una nueva entrega que nos lleva por caminos que podremos compartir en la medida que sea preciso.

Nos convocamos en una ola de misterio que nos propone mejorías constantes. Hemos llamado a la elección de un reino.

Nos devoramos. Nos afligimos. Hemos respondido a la amistad con más querencia. Nos provocamos para ser mejores.

Hay distracciones con las que nos impelemos a estar en el sitio oportuno. Nos idealizamos. Hemos estado en el convenio de una nueva era.

Nos permitimos estancias que nos relevan con unas garantías totales. Hemos abordado contrastes que nos definen con amor.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Más

Dame amor,
y te diré que eres felicidad.

No temas,
que irá bien,
más allá de lo finito
y del tiempo.

Dame más.

Juan T.

Nos vemos en el exterior


Convencemos al mundo para ir donde la vida es una emoción intensa que ayuda con modos y anhelos perfectos.

Nos hemos colocado donde la vida tiene algo de sentido. Nos hemos construido como buenas personas. Nos agotamos.

Preferimos cambios que nos atienden con recuerdos que serán en el trasteo más imperfecto. Hemos dado con la movilidad perfecta.

Nos influenciamos con las devociones que nos consienten con volúmenes de razones que pueden variar.

Nos sumimos en los ánimos más hermosos, y llegamos donde es menester. Nos asomamos al exterior, y ahí también nos vemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Uno

Nos hablamos de amor,
cumplimos,
y nos realizamos
como si todo en el universo
fuera uno,
que lo es,
o lo será.

Juan T.

Hacia dónde ir


Nos protegemos de una realidad con otra, y seguimos la estela de una emoción que nos ha de colocar en el sitio perfecto.

Sepamos mover las fichas del entusiasmo, que nos ha de proponer algunos cambios. Nos hemos de mudar hacia la maravilla de una sensación querida.

Nos alegraremos con una empatía casi perfecta. No nos dejemos llevar por impresiones inútiles. Los instrumentos son objetos, nada más.

Hemos de cobijarnos en los ideales de quienes creen con versiones comprometidas. Hemos sido con dicha.

Los paños de antaño nos recogen con cierta habilidad para darnos en ese gusto que explica hacia dónde hemos de ir.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Avancemos

Nos tenemos que salvar
para preservar el amor
que nos justificará
en un futuro
que siempre parte de pasados
y presentes continuos.

Nos tenemos que decir que sí.
La vida se entiende
si seguimos,
y no por nosotros,
sino siempre por los demás.

Avancemos.

Juan T.

Podemos sentirnos


Me ofreces vivir de otro modo. Nos comunicamos con un deseo que comunica lo mejor de nosotros mismos. Nos adelantamos.

Todo está donde debe, y nos somos en un entreacto que pregona las excelencias de una verdad que pone todo a prueba.

Nos gozamos con una sombra que no duda. Hemos llamado la atención de manera suficiente. Nos pedimos tiempo.

Los años de la juventud nos consuelan. Hemos enseñado a vivir, y, además, aprovechamos los aprendizajes en lo personal. Así valen más.

Nos contamos peripecias. Hemos dado con pronósticos que preparan sensaciones más que nuevas. Nos agasajamos. Podemos sentirnos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

¡Menudo beso!

Nos consolamos
con un gran beso,
de esos auténticos
que justifican todo.



Es un gran beso,
el consuelo de una vida,
como digo, todo.



Más real, él, que la existencia
que nos ha rodeado
hasta este instante,
en el que con un beso
todo se ve de otro modo.

¡Menudo beso!



Juan T.

Pasos


Nos devolvemos a unos exponentes que nos permitieron crecer con volúmenes cortos. Nos amansamos. Nos colocamos estupendamente.

Hemos de reconocer el territorio en el que nos movemos. Nos damos paz. Nos consideramos con hechos hermosos.

Nos destacamos unas moralidades que nos llevan donde todo tuvo algo de sentido. Hemos reconocido lo que fue.

Nos añoramos. Hemos de subrayar una paciencia que nos reportará nobleza. Nos consentimos. Comunicamos.

Los hechos van llegando. Nos superamos. Nos aclamamos. La existencia alberga pasos con los que iremos fermentando.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Ganancia

Ganamos amor.
Nos mejoramos
con él,
y pedimos más.

Ganamos, nos ganamos
con todo lo que queda
gracias a las sensaciones
que procura.

Siempre ganamos
con él.

Juan T.

Ahora somos


Respiramos el mismo universo, con intenciones que se complementan. La mañana nos dice casi todo. Hemos asegurado el proceso, que nos llena.

Los elementos de antaño son los de hoy. El ciclo nos renueva. Estamos donde debemos. Los aprendizajes han tenido el suficiente tino.

Los máximos son ahora mínimos. Hemos agotado los empeños de siempre. Nos ponemos donde debemos.

Nos aconsejamos con recuerdos que fueron. Nos venimos con fórmulas que añaden causas y que concluyen lo que será.

Nos hemos de emplazar para recuerdos conocidos, que nos unirán más y más. Hemos dado lo que teníamos, y ahora sí que somos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Préstamo

Prestas emociones
al día,
y éste, sin darte cuenta,
te enamora.

Como has aprendido bien,
sigues prestándole
los mejores sentimientos.
¡Es el día!

Juan T.

Un hombre sabio


Dibujas la estampa de un toro como pocos. Pones verbos, adjetivos, adverbios, ganas, empeños, coraje, simpatía, sensaciones, razones, instantes, fe... Regalas todo con tu palabra fácil, con una oralidad que fecunda el paisaje de las ondas, de las imágenes, de las conversaciones cotidianas.

Viajas por doquier en pos de la fiesta, para verla, para saborearla, para compartirla, para brindar cuanto es, que surge gracias a ti a través de un universo de percepciones comprometidas. Nos abonamos al afán mayúsculo mediante tu estampa, que reparte unión, decoro, honor y educación. Pocos hay que se te igualen. 

Conversas. Eres franco. Tu ejemplo es generosidad, que compartes de manera complaciente, como tú mismo te presentas. Hay dentro de ti una imagen de poderío, de valentía, de docencia, de tolerancia, de misterio, de parsimonia, de aguante. Coges el capote de la vida y la espada de la muerte con rodadura, contento.

Hace tiempo que te conectaste a un cosmos singular, y éste, por ello, lleva, en parte, tu nombre, que viste, especialmente, de "grana y oro". Es tu traje favorito, o se asemeja al que te gustaría calar en un tiempo estelar.

Hablo, con el corazón, de Mariano Molina. He aprendido en estos años, ya muchos, a valorarlo, a quererlo en el sentido de admiración y respeto entre compañeros de un viaje profesional que rezuma buenas cosechas al lado de personas como él.

Como conocen y se imaginan, estimados lectores, estimadas lectoras, es un tesoro de ser humano que nos emplaza a una mejoría constante. Por eso le pedimos que no cambie, y, sobre todo, que no se aleje. Nos reporta, su presencia, empatía, altruismo y pericia. Que nadie diga que hemos sido exagerados, que, en el mundo del toro, él sí que demuestra una sapiencia portentosa. Y, asimismo, en otros tantos territorios. Agradecido quedo. 

Juan TOMÁS FRUTOS.