Nos
emocionaremos con el calor de un nuevo día, que nos repondrá al punto de
inicio, pero, eso sí, teniendo en cuenta la experiencia recibida. Somos en la
excelencia. Nos presentaremos grandes y mejores, mucho mejores. Tengamos
presentes los futuros.
Desde la perspectiva
solidaria, mancomunada, prometeremos los ensayos con finales que nos darán la
hora mejor. Hemos de servir de testigos ante lo que nos recorre el interior,
que se manifestará en orden y concierto.
Hemos de empezar
cada día con una voluntad de calma y con un adiós cíclico que nos enseñará. Nos
hemos de devolver a los principios.
Vayamos adelante
con un estandarte que se llama valentía. Nos soltaremos la melena con una
gracia que sabe a riesgo. Nos entretendremos. Todo será cuando deba. Los tiempos
nos irán acompasando. Tengamos en consideración espacios. La tarde ya apunta
sus rayos más extraordinarios. Nos fijaremos en los sones más singulares.
Nos conduciremos
con una credibilidad que nos permita pensar en lo que puede suceder. Nos
ofertaremos atención. Nos propiciaremos seguir. La continuidad ha de constatar
aventuras, de las que conseguiremos las más señeras cosechas.
No paremos con
preocupaciones inútiles. Hemos de ir con la posibilidad más querida y descollante.
Nos haremos avanzar con entusiasmos compartidos. Las casas, con multitud de
recovecos, de puertas, de ventanas, de historias, de convencimientos y de propuestas,
con colores diferentes, con aires y atmósferas variopintas, tienen mucho que
brindar, aunque lo más importante es que sean auténticos hogares. Eso ya
depende de nosotros.
Juan TOMÁS FRUTOS.

0 Response to "Emociones compartidas"
Publicar un comentario